La PASIÓN, el ESFUERZO y la DEDICACIÓN todos los días del año al OFICIO es una de las claves más importantes para explicar el exito del funcionamiento de esta panadería-pastelería. El respeto a la profesión y las ganas de hacerlo cada día mejor tanto en el pan, en bollería como en la pastelería es lo que empuja cada día al personal de Ogi-Berri a trabajar con entusiasmo e ilusión.
Otra de las premisas que no fallan en la fabrica de los productos es la utilización de unas MATERIAS PRIMAS MUY SELECTAS.
En Ogi-Berri se trabaja para buscar nuevas fórmulas, nuevas combinaciones, nuevos formatos y en nuevos sabores que hacen que nuestros clientes se puedan sorprender cada día. Son por lo tanto la innovación y la creatividad dos aspectos fundamentales en la filosofía del grupo Ogi-Berri.
1933
Todo comenzó en el pueblo de Amezketa. José Altuna empezó a trabajar en una pequeña panadería a los catorce años hasta que a los veinte fue llamado a filas. Después de cuatro años de guerra civil y vuelta a su hogar, fue cuando decidió comprar una pequeña panadería medio abandonada de su pueblo natal de Amezketa, en la que sólo había un horno de la marca Moruno. Desde allí abastecía de pan a la gente del pueblo y alrededores. Se llamaba Ortuzarrenea y se ubicaba en la zona más céntrica del pueblo, en la zona más comercial.
La mayor dificultad que se encontraron fue la de la distribución. Empezaron instalando un mostrador muy elemental para atender a los clientes pero la mayoría no acudía al local. Gracias a la caballería de Patxi pudieron llegar hasta las alturas del monte Aralar donde vivían algunos pastores.
1952 - FORD
Fue en 1.952 cuando se compró una borda de nombre Martonea más grande en Amezketa. Aprovechando la parte de las paredes en mejor estado, se edificó sobre ellas más tarde lo que fue la casa familiar y en la parte posterior de la misma, la panadería. Al tener una mayor capacidad de producción se pudieron abrir nuevos mercados como Alegia, que fue el primero. Le siguieron localidades cercanas como Orendain en la que se generó una nueva oportunidad de mercado. Se trataba del convento de los escolapios donde residían 200 jóvenes. Fue entonces cuando se compró la primera furgoneta de la marca Ford.
1980 - Zarauz
Fue en este año cuando se produjo el salto definitivo hacia un nuevo modelo de negocio. Javier Altuna, hijo de José Altuna, después de visitar la feria de panadería de París, se dio cuenta de que gracias a la nueva tecnología desarrollada por los hornos Revent, podía ofrecer pan caliente a cualquier hora del día. Entonces se decidió por abrir una tienda con obrador en Zarauz. Además, contaba ya con una variedad en la oferta de quince tipos de pan, lo cual era muy novedoso para aquella época.
1990 - Pastelería Irún
Después del éxito de la tienda de Zarauz, se abrió la primera tienda en Donostia, concretamente, en la calle Embeltrán de la parte vieja. Rápidamente obtuvo también muy buenos resultados y enseguida, siguiendo el modelo francés, se decidió comprar una pequeña pastelería en Irún, donde también se empezaron a abrir las primeras tiendas.
Hoy
Así comenzó la expansión de lo que es hoy el grupo ogiberri dirigido por Javier Altuna y sus dos hijos Jose Mari y Jose Javier Altuna. El grupo OGI-BERRI cuenta con 7 obradores de pan, bollería y pastelería y con más de 250 franquicias y 45 tiendas propias repartidas por Guipúzcoa, Vizcaya, Navarra, Huesca y sur de Francia. Todo este crecimiento ha estado cimentado siempre bajo una misma filosofía de esfuerzo y dedicación.